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Dolor zona sacra
Dolor en la articulación sacroilíaca nhs
La disfunción de la articulación sacroilíaca, también llamada articulación SI, puede causar a veces dolor en la parte baja de la espalda y/o en las piernas. El dolor en las piernas provocado por la disfunción de la articulación sacroilíaca puede ser especialmente difícil de diferenciar del dolor irradiado en las piernas provocado por una hernia de disco lumbar (ciática), ya que su sensación puede ser bastante similar.
Durante décadas, se sospechó que la articulación sacroilíaca era una causa común de dolor lumbar y/o en las piernas, aunque la dificultad para realizar pruebas diagnósticas precisas hizo que muchos profesionales de la medicina se mostraran escépticos. Hoy en día se calcula que la articulación sacroilíaca es responsable de entre el 15% y el 30% de los casos de lumbalgia.1
La articulación sacroilíaca conecta los huesos de la cadera (crestas ilíacas) con el sacro, el hueso triangular situado entre la columna lumbar y el coxis. La función principal de las articulaciones sacroilíacas es absorber los impactos entre la parte superior del cuerpo y la pelvis y las piernas.
La articulación sacroilíaca suele tener poco movimiento. Los pequeños movimientos de la articulación contribuyen a la absorción de los impactos y a la flexión hacia delante y hacia atrás. La articulación está reforzada por fuertes ligamentos que la rodean, algunos de los cuales se extienden a través de la articulación en la parte posterior de la pelvis. Esta red de tejidos blandos proporciona apoyo, limita el movimiento en la articulación y ayuda a absorber la presión.
Sacroilitis
Una región sacra sana rara vez se fractura, excepto en casos de lesiones graves, como una caída o un traumatismo en la zona. Sin embargo, los pacientes con osteoporosis o artritis reumatoide son propensos a desarrollar fracturas por estrés y fatiga en el sacro.
El dolor de espalda o de piernas (ciática) puede surgir típicamente debido a una lesión en el lugar donde se conectan la columna lumbar y la región del sacro (en L5-S1), ya que esta sección de la columna vertebral está sometida a una gran cantidad de tensión y torsión durante ciertas actividades, como los deportes y el estar sentado durante largos períodos de tiempo.
El sacro es más ancho y más corto en las mujeres que en los hombres. Las mujeres jóvenes y de mediana edad son más propensas a desarrollar una disfunción de la articulación sacroilíaca, una afección en la que el dolor suele concentrarse en un lado de la parte baja de la espalda y se irradia por la pierna hasta la rodilla o, a veces, hasta el tobillo o el pie.
El cóccix (también llamado coxis) está situado en la base de la columna vertebral y está compuesto por cuatro vértebras. A diferencia de las vértebras individuales de otras regiones de la columna vertebral, las vértebras de la región sacra, así como el cóccix, están fusionadas.
Ejercicios para el dolor de sacro
Alrededor del 85 por ciento de las personas tendrán dolor lumbar en algún momento de su vida. El dolor lumbar es el segundo motivo de visita al médico o al hospital, después de los problemas de las vías respiratorias superiores, generando unos 15 millones de visitas al año. Es la quinta causa de ingreso en el hospital y la tercera de intervenciones quirúrgicas. En 2005, los costes anuales directos e indirectos del tratamiento de la lumbalgia alcanzaron unos 86.000 millones de dólares.
Según la literatura científica publicada, hasta el 30 por ciento de todos los síntomas de la lumbalgia tienen su origen en la articulación sacroilíaca, pero el diagnóstico de un problema con la articulación sacroilíaca suele pasarse por alto porque los síntomas del dolor lumbar tienen muchas causas, al igual que los síntomas de la articulación de la cadera. De hecho, muchos pacientes con problemas de lumbalgia incapacitante pasan a recibir tratamientos de la columna lumbar y/o de la cadera. Aunque el origen de sus síntomas puede ser la articulación sacroilíaca en su totalidad o en parte, dejando a estos pacientes con poco o, en algunos casos, ningún alivio.
Ejercicios para el dolor articular que hay que evitar
El ejercicio aeróbico es una parte importante de cualquier programa de ejercicios, ya que ayuda a mejorar la salud cardiovascular y a distribuir mejor los nutrientes esenciales por todo el cuerpo. En general, se considera que el ejercicio aeróbico es más beneficioso cuando se realiza durante un mínimo de 20 a 30 minutos unas 5 veces por semana.1
Algunas formas de ejercicio aeróbico, como correr o trotar, pueden empujar la articulación sacroilíaca y exacerbar el dolor. Por este motivo, pueden recomendarse ejercicios aeróbicos de bajo impacto que sean más suaves para la parte baja de la espalda y la pelvis, como:
Es posible que sea necesario probar y equivocarse para encontrar un ejercicio aeróbico que resulte agradable y no empeore el dolor de la articulación sacroilíaca. Uno de los factores más importantes para el éxito de un programa de ejercicios es mantener la regularidad del ejercicio, por lo que es importante encontrar un método de ejercicio aeróbico con el que se pueda continuar.
Por lo general, es una buena idea consultar con un médico familiarizado con la condición específica del paciente antes de comenzar un nuevo programa de ejercicios, con el fin de asegurar que el ejercicio no irritará aún más la articulación SI. Por ejemplo, el dolor causado por un movimiento demasiado pequeño en la articulación SI (fijación) se beneficiará de algunos ejercicios de forma diferente al dolor causado por un movimiento excesivo.